viernes, 1 de junio de 2007

EL PAPEL ARRUGADO


Mi carácter impulsivo, cuando era niño me hacia reventar en cólera a la menor provocación, la mayoría de las veces después de uno de éstos incidentes, me sentía avergonzado y me esforzaba por consolar a quien había dañado. Un día mi maestro, que me vio dando excusas después de una explosión de ira, me llevó al salón y me entregó una hoja de papel lisa y me dijo ¡Estrújalo!. Asombrado obedecí e hice con el una bolita. Ahora -volvió a decirme- déjalo como estaba antes. Por supuesto que no pude dejarlo como estaba, por más que traté el papel quedó lleno de pliegues y arrugas. El corazón de las personas -me dijo- es como ese papel... La impresión que en ellos dejas, será tan difícil de borrar como esas arrugas y esos pliegues.


Así aprendí a ser más comprensivo y paciente. cuando siento ganas de estallar, recuerdo ese papel arrugado. La impresión que dejamos en los demás es imposible de borrar...Más cuando lastimamos con nuestras reacciones o con nuestras palabras...Luego queremos enmendar el error pero ya es tarde...

Alguien dijo alguna vez "Habla cuando tus palabras sean tan suaves como el silencio". Por impulso no nos controlamos y sin pensar arrojamos en la cara del otro palabras llenas de odio o rencor y luego cuando pensamos en ello nos arrepentimos. Pero no podemos dar marcha atras, no podemos borrar lo que quedó grabado en el otro.

Muchas personas dicen: - Aunque le duela se lo voy a decir..., -La verdad siempre duele..., -No le gustó porque le dije la verdad..., etc...etc...etc... Si sabemos que algo va a doler, a lastimar, si por un instante imaginamos cómo podríamos sentirnos nosotros si alguien nos hablara o actuará así... ¿Lo haríamos? Otras personas dicen ser frontales y de esa forma se justifican al lastimar: -Se lo dije al fin..., -para qué le voy a mentir..., -yo siempre digo la verdad aunque duela...
Qué distinto sería todo si pensaramos antes de actuar, si frente a nosotros estuvieramos sólo nosotros y todo lo que sale de nosotros lo recibieramos nosotros mismos no? Entonces sí nos esforzariamos por dar lo mejor y por analizar la calidad de lo que vamos a entregar... Aprendamos a ser comprensivos y pacientes...Pensemos antes de hablar y de actuar...


Desde hoy, se más comprensivo y más paciente, pero en especial aprende a dejar el orgullo a un lado y haz como haria un valiente, Pide perdón y reconoce tu error.

Cuando sientas ganas de estallar recuerda "El papel arrugado".

Esta linda reflexión la tome de un articulo q llego a mí por medio del boletin de Vida Positiva..


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