viernes, 24 de agosto de 2012

El libro de la vida...



El día de tu nacimiento, cuando solo sabías llorar, recibiste mil besos y caricias, pero también un libro con las hojas en
blanco, sin estrenar: ¡EL LIBRO DE TU VIDA! .

Desde aquel instante comenzaste a escribir la historia de tu vida. Ya llevas varias páginas. ¿Qué has escrito hasta ahora?.

A veces escribimos y escribimos y nunca ojeamos las páginas escritas.

Toma el libro de tu vida y repásalo durante unos minutos. Tal vez encuentres capítulos o páginas que te gustaría besar,
algunas escenas te harán llorar, y al abrir alguna página amarilla o reciente, te entraran ganas de arrancarla.
Se ve negra con salpicaduras de tinta.

Pero Pilatos te diría:  ¡Lo escrito , amigo, escrito está!.

Tú lo has escrito con tu puño y letra. No con la tinta de una "bic" o de una pluma, sino con la tinta de tu libertad.

"Tú mismo has forjado tu propia aventura", decía el manco Lepanto.

"Porque veo al final de mi duro camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino", sentencia Amado Nervo, quien
prefiere la metáfora del arquitecto.

No arranques esas páginas, pide perdón si cometiste un error, para que así se borren todos tus garabatos y así podrás
continuar escribiendo tu historia mejor que ayer.

¿Por qué no almacenar el libro de tu vida entre los Best Seller del mundo? Aprovecha tu tinta porque tarde o temprano se
te va acabar, y ¡no se venden repuestos ni en los kioscos ni en las librerías!

La vida es una y se vive una sola vez. La muerte cerrará tu libro.
Y al final solo pedirán tu libro, y alguien lo leerá o lo pasará en video, como las aventuras.

Todos somos arquitectos y novelistas, así que , amig@, borrón y cuenta nueva.

Comienza cuanto antes Tu Best Seller.

Desconozco el Autor.

1 comentario:

Pedro Alejandro dijo...

Lindo post. Mi hijo tiene 5 meses en el vientre de mi Embajadora Linda y desde ya escribo, sino cada día, cada semana de vida. Algún dia lo leerá y sabrá que no todo fué fácil, que a veces el salario no aguantaba, que hubieron emergencias pero que nunca faltó amor.

Transcribiré tus palabras para el diario de Santiago :)